En 2022, en pleno desarrollo de un disco en carne viva como fue Mirlo Blanco, la vida me pasó por encima con un fuego que arrasó todo a su paso.
Han sido dos años terribles a nivel personal de pérdidas, duelos, desengaños, acosos y derribos que hacen que te plantees como en “Severance” (os la recomiendo fuertemente) si en ese sentirse carbonizado tu mente no puede más y quisiera separarse para no ser consciente de nada. Ni de lo bueno, ni de lo malo.
No sabría deciros cómo ni cuándo exactamente. Solo sé que tras escuchar en bucle la canción “En El Alambre” de mi queridísimo Iván Ferreiro y su trinchera, durante días y semanas, quizás meses, no lo sé… muchas horas de terapia, muchas de esfuerzo personal por seguir siendo esa columna vertebral a la que mi pequeña se aferra… una mañana me levanté y me fui sacudiendo las cenizas. Y me di cuenta de que cada incendio que me arrasó dejo en mí un terreno fértil y aún más ganas de ser mejor persona si cabe (y esto lo digo con la boca grande y el pecho henchido, que de buena a veces soy tonta o me lo hago si hace falta).
Pasé del duelo, la rabia, el odio, el desasosiego, el hastío, de enfermar, a un estado en el que si bien abrazaba el dolor como una rutina normalizada, sin darme cuenta fui volviendo a vivir. Primero por los que quiero y me necesitan, luego por mí y los que me quieren y necesito.
Y todo eso esta en IGNIS, en sus canciones, en su envoltorio de oscuridad y fuego que da paso a una calma traslúcida. No hay trampa ni cartón. Tampoco hay sobre-dramatización, pero hay lucha, hay unos esfuerzos y ganas inmensas de sobrevivir y de disfrutar de lo que tengo, que es mucho. Que es más que suficiente.
La pérdida resultó ser levantarme una condena. Me quebraron mi prisma vital pero fui capaz de recomponerlo y pegar los pedazos, juntarlos y hacer una unidad. Para una persona como yo, ver en una “derrota” (no cantes victoria aún) una batalla ganada es muy árduo. Pero aunque haya aprendido esto tarde, ya casi lo domino. O por lo menos el arte de dejar pasar las derrotas… y en vez de verlas como un final verlas como un principio.
Solo hay una cosa que me pueda gustar más que un final majestuoso, y es un principio épico . Con toda sus hordas de orcos, enanos, terrenos escarpados, y librar batallas.
Que sí. Dame un caballo y yo saco enanitos debajo de las piedras para luchar contra Sauron, los caballeros blancos, o quien se le ponga en el moño que su verdad es absoluta y tiene el poder divino de imponerla subyugando a todo lo que respire.
Nein.
Aqui Juana.
La de Arco… y la flecha.
No corra usted tanto que ésto solo es el principio, que mi paciencia y mi constancia pone nervioso hasta al Santo Job.
He llorado tanto como he reído.
Si algo bueno tiene estar un poco chota, que es que el final da lo mismo, solo cuenta el principio y el motor de cada día nuevo.
Desde entonces cuido mi vida desde mi Cristal Oscuro. Lejos de ser algo malo, es el responsable de albergar todo el caos para imponer el orden y la justicia, el amor y la calma en un sitio preferente.
Cristal Oscuro es mi canción favorita de IGNIS, o la que mejor representa el todo para mí, el seguir viviendo siendo quien soy, en lo que la vida me transformó para bien. Esos coros del final son mi ejército.
Cuando por fin podáis escuchar el disco, donde sois protagonistas de todos los principios que queráis darle, entenderéis que es muy fácil adivinar cuál fue la primera que escribí, cuál la segunda y así sucesivamente hasta llegar al último tiro.
Gracias por haber sido pacientes y haber respetado que mi silencio era y es un grito de guerra.
Meterle fuego a todo lo que os hiera, os aseguro que debajo de las cenizas, aunque cueste sacarlas, queda una vida llena de belleza de la que sólo vosotros sois el centro, el corazón que sigue bombeando vida. Mirad bien el video que acompaña esta entrada al blog, es una maravilla que hizo Mario Fides (artista 3D) para representar lo que es IGNIS en imagen y movimiento.
Siempre lo digo, soy una artista hecha por el público. Gracias por dejarme ser yo misma y hacer la cosas como yo quiero hacerlas sin impuestos. Por acompañarme en el camino y no dejarme sola.
Por fin me ha llegado ese YO, centro de mi vida que merece el disco que he hecho y del que os hago partícipes.
Ignis Sumus Sorores.
Vega.