Puede que al final todo sea un principio

Puede que la vida se nos incendie una y otra vez. Puede que arrase y nos  reduzca a polvo. Puede.
Pero…  ¿y si debajo de las cenizas hay un mundo de belleza que hay que estar  dispuesto a ver? A creer en él. A tener la paciencia y la calma para dejarse caer.  Y desde ese lugar donde crees haber perdido todo, darte cuenta de que eres tú  y sólo tú el centro de tu vida. La tierra fértil donde todo crece, arde y vuelve a  crecer. A tu manera. Que es única e irrepetible cada vez.
Me encontré a mí misma debajo de cada fuego, sacudí las cenizas y escondida  ahí; ahí estaba yo.
Porque siempre estuve ahí y sigo estando.